El Sueño de Don Bosco: 200 Años de Inspiración y Transformación Educativa
En agosto, el Colegio Salesiano El Sufragio se transformó en un vibrante escenario de celebración en honor a nuestro patrono y fundador, Don Bosco. Este mes fue un homenaje a su legado, que ha tocado la vida de miles de niños y jóvenes en todo el mundo, y ofreció a nuestros estudiantes una oportunidad para soñar en grande y creer en convertir esos sueños en realidad mediante el esfuerzo, la dedicación y la fe.
Este año, la celebración adquiere una dimensión especial al conmemorar el bicentenario del sueño de los 9 años de Don Bosco, una visión que marcó el inicio de su vocación y se convirtió en un poderoso testimonio de perseverancia y fe en los propios sueños. Hoy, 200 años después, ese sueño sigue vivo en cada rincón del mundo, y en especial en nuestro colegio, inspirándonos a dedicarnos con pasión a la educación y formación de nuestros jóvenes.
Durante las festividades, este sueño se convirtió en una fuente inagotable de inspiración para nuestros estudiantes. Por medio de eucaristías y momentos de reflexión hasta eventos culturales y deportivos, cada actividad ofreció una oportunidad para reforzar los valores salesianos que guían nuestra labor. Estas experiencias enriquecieron su formación académica y les brindaron herramientas para tomar decisiones significativas en sus vidas personales y vocacionales.
Como Comunidad Educativa Pastoral, seguimos comprometidos en inspirar a las nuevas generaciones a soñar y trabajar para construir un futuro lleno de esperanza y realización. Creemos que educar va más allá de transmitir conocimientos; se trata de fomentar en los jóvenes la capacidad de soñar y transformar esos sueños en acciones que tengan un impacto positivo en sus vidas y en la sociedad.
En Colsufragio «Somos un sueño que hace soñar» porque somos mucho más que una institución educativa; somos el lugar donde los sueños nacen y crecen, donde cada niño y joven encuentra el apoyo y la orientación para convertirse en la mejor versión de sí mismo. Al final, como nos enseñó Don Bosco, soñar es el primer paso para transformar el mundo.